No teneís ni idea cuánto placer siento al acariciar mis pezoncitos con los billetes de mi ex-jefe mientras chorritos de semen se pierden en mis curvas. Ha vuelto a pasar ayer.
No me siento para nada como una prostituta, sino viva al poseer a un hombre que antes mandaba sobre mí. Aunque tampoco vayáis a creer que mi despido lo dispuso él, ya que él también es un mandado.
Gozo sin parar, incluso ahora escribiendoos.
No me siento para nada como una prostituta, sino viva al poseer a un hombre que antes mandaba sobre mí. Aunque tampoco vayáis a creer que mi despido lo dispuso él, ya que él también es un mandado.
Gozo sin parar, incluso ahora escribiendoos.