miércoles, 28 de mayo de 2008

En Raycor

Escuchando: "Dile Al Sol" La Oreja de Van Gogh

Me siento: Distraida

No hace muchos días que me mandaron a mi primera misión a un peculiar planeta llamado Raycor. A pesar de pertenecer a un sistema binario y ser un puro desierto, siempre mantiene una temperatura de 20 grados Celsius terráqueos.

Alfred, mi computador de a bordo, tenía establecidas las coordenadas preestablecidas y aterrizó mi nave espacial ante una extraña construcción de piedra flanqueada por dos enormes estatuas de rostros borrados por la erosión. Puesto pie en tierra, tras elegir mi traje blanco con una pequeña coraza que solo dejaba al descubierto mi ombligo, pasé entre esas dos moles bastante impresionada y me interné algo nerviosa al interior de aquel recinto pétreo, quedándome sorprendida por su amplitud. Todo en su interior era de metal y plástico y en el centro había un pequeño mostrador con una chica rubia (según mis informes, de día los cabellos de las mujeres de aquel planeta son dorados, mientras que tras el ocaso pasan a ser de la intensidad del azabache), con moño, totalmente vestida de negro. Desde el primer instante me quedé prendada de ella como no lo hacía mucho tiempo de nadie.

En las alturas había mucha gente que se dedicó a observarme con demasiada atención, mientras tomaban algunas copas y se reían. Seguramente yo era un espectáculo poco frecuente.

-¿Qué se le ofrece, señorita? – me preguntó aquella chica mientras sus ojos almendrados me recorrían de arriba abajo a través de sus exageradas pestañas.

- Me llamo Barbarella y soy agente de las Fuerzas del orden del espacio galáctico. Vengo a ver a...

Antes de terminar la frase, un rayo de energía impactó a mi lado. Gritos por todos lados. ¡Me habían tendido una trampa y en mi primer día de trabajo! Estas cosas solo me pueden pasar a mí. Me oculté detrás del mostrador junto con la chica a la que apuntaba con mi pequeña pistola a la espera de una nueva descarga, pero no sucedió nada y mi asustado rehén comenzó a temblar ante mi actitud. Alcé la vista por encima de mi improvisada barricada y, para mi sorpresa, descubrí que no había nadie.

Entre balbuceos, la chica, que se llamaba Yicam según la tarjeta que llevaba al cuello, me dijo que ese impacto no era mas que el sistema de alarma antiarmas y que se activó por que yo portaba una. A pesar de su nerviosismo, seguía aferrada a mí y casi me hacía daño. Mis cabellos se mezclaron con los suyos y mi mejilla se rozó con la suya.

-Hagamos el amor, es la única manera con la que nos tranquilizamos los raycorianos.

Me quedé totalmente estupefacta ante tal frase y, cuando me quise dar cuenta, ella me estaba besando y me dejé llevar por sus labios y sus habilidosas manos. Una vez mas, haciendo el amor como los animales y los bárbaros, aunque es una técnica que prefiero a las pastillas. Me quitó la parte superior del traje y me lamió los pechos. Primero se dedicó a mordisquearme un pezón mientras pellizcaba el otro. Se deshizo de su vestido y me ofreció los suyos, pequeños y rosados. Poco a poco fue descendiendo. Entonces me golpearon en la cabeza y quedé inconsciente.

No sé cuánto tiempo pasé así, pero cuando desperté estaba en una habitación llena de aparatos metálicos de desagradable apariencia y atada a una camilla. Cuando traté de tirar de mis correas, apareció en escena un extraño individuo vestido de blanco y blandiendo una sierra oxidada.

-Vaya, vaya, cada vez las mandan mejores –sonrió esgrimiendo su dentada arma.

-¡¿Qué piensas hacer?! –le grité, aunque ya sabía cual podría ser la respuesta mientras tiraba y tiraba de mis ataduras.

-Ahora lo veras.

Acto seguido posó la sierra sobre uno de mis muslos y el dolor me atravesó.

Me volví a despertar y regresé al mundo real. Y es que Raycor es un planeta dedicado a la belleza y no era una misión, sino que fui allí a que me depilaran las piernas, aunque la suavidad no es su fuerte. Aun tengo las piernas doloridas (o eso me dice mi mente) y lo de Yicam me lo imaginé ya que lo único que hizo fue acompañarme hasta la sala...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de ver tu direccion de blog en algun portal y he entrado a ver q habia, la verdad es q me he quedado impresionado con tu relato de despedida del blog anterior.
La verdad es q todo el blog en si esta bien, pero esa forma de expresarte me encanta, hace que sigas leyendo, deberias escribir un libro a algo asi.
Que nada mas, q mucho animo y para adelante,disculpa las molestias y un biko grande

Anónimo dijo...

hola mi galactica favorita, me parece que la nueva mision que relatas la tenemos todas, y creeme que duele jejejeje, en cuanto a lo que te imaginastes, pues... me gustaria poder tener tu imaginacion, la chica que siempre me acompaña al salon cada vez que voy a depilarme me encanta, y solo hemos cruzado unas cuantas miradas, auqnue pensandolo bien no necesito imaginarme con nadie mas, cada noche lo hago contigo, un beso enorme, y ya espero anciosa tu proxima mision, muacksss

Anónimo dijo...

Así k si pides, pide mucho. Mi problema es q pido un Lamborghini Diablo o Murcielago.
Tengo que sacarte alguna fototito de la moto para q la veas. Es parecida a la que me dices pero trae otros guardabarros, en otro color y con unos cuantos accesorios.

Te dejo aquí el video callejero de mis sueños, mi mejor toma esta en el minuto 3:43, es lo más parecido a volar raso. Este es el enlace:

http://www.youtube.com/watch?v=l0GxCXSfpUg&eurl=http://www.diariomotor.com/2007/12/09/locura-incomprensible-a-352-kmh-por-una-via-publica-con-un-lamborghini-murcielago/

Ya lo dijo Frank Sinatra: "Quien conduce un Ferrari es porque quiere ser alguien, quien conduce un Lamborghini es porque ya lo es."

Un sueño que seguramente no veré cumplido será el de ser piloto de avión pero ya se sabe, no se puede tener todo en esta vida.

Oye, voy a crear un Deja Vu. Tú, yo, la noche, el cielo cubierto de estrellas, montados en un Murcielago sin techo, sintiendo el aire, oir rugir el motor, mientras mi mano derecha se pierde ...

Ahí lo dejo, deja vu (se cumplirá?).

Un saludo y un abrazo mu cariñoso, Juan.

Anónimo dijo...

P.D.: el e-link no se si lo podras ver, prueba a buscar esto en youtube:

Lamborghini on an Arizona freeway

Deberías encontrar el video, Juan.

Nohemí dijo...

A anónimo:

Muchas gracias por las muestras de apoyo que me mandas y que me mandáis, sois unos cielos.

Nohemí dijo...

A mi laurapausini:

Veo que compartimos algunas experiencias, jajaja.

Todas las noches? Ya me puedes ir contando que te imaginas... ;P pillina

Besitos

Nohemí dijo...

Al anónimo Juan (:-P):

Pues mira que a mi los lamborghinis no me van nada, me van los ferraris... quiero un testarrossa o los de los ´70 que son preciosos.

Intentaré ver el vídeo cuando tenga mas tiempo libre.

Oye, esas manitas en el deja vu... jajajaja

Besitos